Empezamos a hablar una noche y te mostrabas encantado por cada cosa que a mi me gustaba Claro, vos no tenias ni la mas mínima idea de que eran esas cosas locas y raras de las cuales yo, por mi parte podía pasarme horas y horas hablando Pero vos venias con un solo y simple, pero a la vez difícil motivo: conquistar todos mis sentidos Tenias la sonrisa perfecta, el consejo mas sincero, la palabra precisa y la mirada mas triste Me buscabas a mi para olvidarte de ella, la persona que era responsable de esa mirada perdida, con la cual empezaste a usar esas palabras y se las pediste prestadas para poder sorprenderme a mi con algo que no era tuyo Con una esencia que habían formado entre dos personas, esa esencia que intentas venderme a mi para convencerte de que ya no dependes de esa sonrisa que se mantuvo firme, hasta que ella te dejo.
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