Wednesday, October 15, 2008


Me pediste que escribiera de -la soledad-el engaño-los códigos-las amistades-las relaciones. Cosas tan diferentes, temas de los que me podría pasar horas y horas hablando, pero que a la vez son temas que se conectan en algún sentido. Factores que llevan a lo mismo; amistades con pocos códigos que pasan a relaciones que se rompen con un engaño y concluyen a la soledad. ¿Porque me pedís que escriba sobre cosas tan cotidianas?, ¿Cosas que entendemos muy bien vos y yo?. Sensaciones por las que las dos pasamos y volveríamos a pasar (Porque para ser bastante sincera, ya nos acostumbramos a esos factores desencadenantes de errores). Y hay tropezones como esos, que nos dejan un gustito dulce o peor aún la intriga de saber que podría haber pasado si probábamos un ratito más .Y ahí es cuando volvemos a ser vulnerables a eso que ya antes nos había hecho caer de manera tan brutal; volvemos a eso de ser más que amigos por una noche y a levantarnos la mañana siguiente y querer darnos la cabeza contra una pared. Él, como siempre, es sádico y vuelve con ella y vos tan simple/tonta/inocente/necia (Y todos los sinónimos de Ingenua que encuentres en el diccionario) retornas solitaria a mortificar una relación que por culpa de sobrepasar los límites de la confianza o quedarte en medio de una amistad que se asemeja mas a un amor rompiste, o mejor dicho rompieron códigos que era mejor mantenerlos bastante vigentes .Temas de los cuales podría a ver escrito unas varias hojas por cada uno, preferí conectarlos porque se que más de una se va a sentir identificada con esto que (aunque después de golpearnos esa mañana la cabeza contra la primera pared que se nos cruce por delante), después de un par de días ese dolor pasa y nos volvemos cada vez más obsesivas a la acción de romper los códigos, tal vez porque somos así, autodestructivas y disfrutamos los dolores pasajeros.